La niña Eugenia y la estrella.

Había una vez una niña que soñaba con llegar a las estrellas, algún día deseaba fervientemente poder tocar o abrazar alguna de aquellas imágenes brillantes que desde pequeña admiraba. Sus ojos reflejaban ese tan anhelado deseo, a veces vidriosos por la impotencia que no poder acercarse a una. Pero jamás se daba por vencida, el amor que tenía por las estrellas iba a lograr que algún día cumpliera su sueño, probaba con escaleras, subirse al techo, viajar en avión, incluso en sueños, pero nunca llegaba. Se preguntaba por dentro si, alguna vez, una estrella caería en su mundo, una que supiese su nombre. Un mes decidió viajar con su familia al hemisferio norte, donde el cinturón de Orión se veía mucho más brillante -Yo quiero esa - Decía. Mientras señalaba la más brillante de las estrellas -Algún día llegaras, solo si te lo propones - Decía su padre en tono suave, para que la niña no se ofendiera. Sus vacaciones en familia habían terminado, ya en el avión de vuelta a casa, una tormenta cósmica atacó todo el cielo aquella noche, lluvia de estrellas sobre toda la tierra, todas caían sin prenderse fuego al entrar en contacto con la atmósfera. Una sola, en especial la que la niña anhelaba, cortó su vuelo y se quedó frente a la ventana donde la niña miraba atenta -Prometo llevarte al infinito solo si renuncias a tu vida terrenal - Le dijo la estrella a la niña, la pequeña asustada decidió cerrar la ventana, pero aún así, el reflejo de la estrella era tan intenso que atravesaba toda barrera, pasaron apenas segundos en los que la niña empezó a desintegrarse paulatinamente .. Había pedido irse con la estrella por siempre.



Y ese fue mi sueño, sí re loco. Pero sueño al fin.

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